Ahora estas aquí, entre mis brazos, hablandome, sonriendome. No me pregunto cómo llegamos hasta acá, no se me hace necesario. ¿Para qué? si puedo seguir acariciandote, viendote parpadear y sonreír con esa sonrisa que tan feliz me hace.
Adoro tus manos, tu voz y tu boca. Cuando reís, cuando me enseñas cosas, cuando me susurras que me amas. Adoro tu sabor, tu perfume y tu piel. No preguntes, no preguntes...
Te amo, como respuesta a todo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario